jueves, 9 de noviembre de 2017

Feminismo, feminismossss?????


Una crítica atrevida al artículo de Alejandra Ciriza  “Herencias y encrucijadas feministas; las relaciones entre teoría(s) y política(s) bajo el capitalismo global”.-2002-
Por Claudia Forastieri.
Ciriza presenta el estado de la cuestión: el movimiento feminista se halla dividido, no hay una identificación común para la lucha por los derechos de la mujer, ¿por qué?

Para explicar la actual disgregación del movimiento feminista, la autora hace una recorrida por los procesos históricos que han tenido lugar desde el surgimiento en los años 60, presuntamente unificado, hasta el momento actual -2002- donde el movimiento no solo se encuentra dividido en sectores identitarios, (hetero, lesbianas, gays, trans) sino también por la separación entre las producciones teóricas y las prácticas políticas feministas.
El neoliberalismo ha tenido mucho que ver en esto: por un lado, concentración de la riqueza en manos de un grupo reducido, y desocupación y subocupación con muy malas condiciones de trabajo más bajos salarios, por otro, siendo este último grupo la mayoría de la población mundial. Sumado a esto, la protesta, el reclamo callejero de las manifestaciones, ha sido acallado y dispersado por los crímenes cometidos por el mismo Estado (ese mismo a cargo de garantizar la seguridad de sus ciudadanos): manifestantes baleados y muertos a manos de la policía, a plena luz del día, (Italia: Carlo Giuliani; Argentina: Kosteki y Santillán) sirvió de amedrentamiento y amenaza para quien quiera manifestarse en contra de un gobierno.
Nombra algunos tópicos que me han interesado desde el campo político, por ejemplo, la imposibilidad de tratar ciertos temas que el sentido común conservador considera incorrectos:
-el aborto, porque aparecen los defensores de los derechos del niño por nacer;
-el placer y el deseo/ goce, en la mujer
-la libertad, (depende para qué)
- y la transformación del cuerpo (de la mujer) en una “cosa”, un objeto de derecho sobre el que puede ejercerse una propiedad.
Luego retoma la cuestión histórica y teórica, preocupada básicamente porque antes,(en los años 60) la teoría maxista podía aplicarse como un marco teórico desde el cual pensar las luchas feministas, y ahora ya no sirve para tal fin, en parte porque el capitalismo tardío ha cambiado las reglas de juego y se ha reeditado de tal forma, que ha contribuido a la disgregación del movimiento con sus ideales de individualismo, “vedetismo” y el famoso: “sálvese quien pueda”.
Para comenzar mi crítica
Si quisiera simplificar el tema, después de hartarme de las idas y vueltas que tiene el artículo,  diría que….
…primero: si quisiera explicar el estado de la cuestión hoy, les leería a mis estudiantes el artículo de Rolando Hanglin “El siglo de la mujer” de su libro Un hombre de derecha; (1ra ed. Bs. As -emecé 2010) donde retrata lo que pensaba una feminista en los 60 y como eso cambió en nuestros días.
…segundo: el tema es muy simple: hay un movimiento feminista disgregado por la atomización de los distintos grupos identitarios. La producción intelectual capitalista está en manos de los neoliberales que producen “palabrerío” indescifrable que no aporta ni da sustento al reclamo y unión del movimiento feminista en su lucha y reclamo por los derechos incumplidos y arrebatados. En el plano de las prácticas políticas domina el individualismo, hoy aplicado a los grupos fragmentados donde cada uno cuida o intenta defender lo suyo y el capitalismo apoya esta disgregación constante que hace que la lucha (por los derechos) esté perdida antes de comenzarla.
Creo, desde mi limitada opinión, que el problema de l@s feministas está dado como dice Ciriza, en la radical división entre el plano teórico y práctico, para el cual, la misma Ciriza aporta alejamiento desde el presente artículo, dejando sin respuesta a gays, lesbianas y trans que reclaman por sus derechos políticos y sociales poniéndole el cuerpo, y muy lejos de este atolladero teórico centrado en si el marxismo da o no respuesta a los nuevos escenarios por los que personas de carne y hueso tienen que transitar su vida.
Aunque creo que la memoria de los pueblos es importante, el análisis que propone Ciriza (como dice en el último párrafo de la pag. 59 y primero de la 60) no tiene relevancia más que para llenar bibliotecas, ya que no brinda respuestas ni ideas para que, los que sufren por la violación de sus derechos individuales y colectivos emprendan su lucha, (para la cual ni siquiera brinda consignas). Creo que Ciriza hace un estudio melancólico de lo que fue el movimiento feminista, y nunca más será, conjuntamente con una descripción del estado de cosas al momento de escribir el artículo en 2002.
También hay que decir, que desde que se escribió el artículo hasta ahora, 2016, la Argentina ha logrado leyes que benefician al sector, como la ley de matrimonio igualitario, y a la vez, ha desarrollado una política de derechos humanos que como tal no se había experimentado en los últimos 30 años y que, me animaría a decir, tampoco en toda la historia de la República Argentina!.

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